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lunes, 24 de noviembre de 2008

"放松 (fangsong)" Practicando Taijiquan a cero grados centígrados y aprendiendo a provocar calor en mis manos.

Llego del maravilloso clima tropical del sur de las Filipinas y me encuentro con un Pekín en el que la temperatura cae como en picada, dejando ver la llegada del siempre duro (y seco) invierno.

Mi descuento y por lo tanto mi membresía en el club donde practicaba Taijiquan se ha terminado y ahora sólo tomo clases afuera de mi edificio, en un pequeño pero agradable jardín.

Había notado el frío de la ciudad pero nunca había practicado ni tomado clases de Taijiquan al aire libre durante esta temporada, así que recomenzando mis clases me abrigué y me dispuse a trabajar con mi maestro.

El primer día no duré una hora; había un viento suave pero congelante y mis manos, nariz y orejas comenzaron literalmente a entumirse. Al suspender le mostré a mi maestro (Liu Lianyou) mis manos y él me dijo que él las tenía bien, sin frio. Le toqué las manos y efectivamente, estaban calientes.

En la siguiente no hubo viento así que duré la clase completa, pero mis manos, nariz y orejas seguían en casi estado de congelación. Mi maestro como len a sesión anterior no tenía problema. Al final le pregunté cómo podía yo hacer para que mis manos no se enfriaran.

Mi maestro no tiene un gusto por la teoría, sabe explicar los movimientos pero hay muchas otras cosas que o le molesta comentar o simplemente entra en conflicto y busca ser simple al explicarlas; vamos, su respuesta a mi pregunta fue "放松 (fangsong)". Esa ha sido una de las palabras que más me han sido repetidas durante toda mi estancia en su clase: "relájate" (relajación, relax, etc).

Más de tres años tratando de aprender formas y relajarme durante su práctica, y para mi maestro el secreto de tener las manos calientes durante la práctica al aire libre (y en un otoño con frio de cero grados centígrados) es aquello en lo que siempre ha remarcado, ¡relajación!

No es fácil lograrla, cuando he creído que la tenía, mi maestro llegaba y me hacía sentir la tensión en el hombro, en un codo, en la espalda; en el mejor momento de mi práctica, cuando creía haber logrado una forma suave, fluida, su comentario era " 没有放松 (meiyou fangsong)", (no estás relajado). Y en algún momento yo dudaba si él en realidad se daba cuenta o no que estaba relajado, o en todo caso no hallaba más razón para esa relajación si había yo tenido una muy "sentida y rica" práctica.

Sí, relajarse es un conflicto y un reto en la práctica del taijiquan...

Le pregunté que si provocar ese calor en las manos no era cuestión de un manejo de la respiración también, de la concentración; se detuvo unos instantes a pensar y aceptó que había más, que había movimiento de 'energía' (jing) y suavidad en la respiración, pero que todo ello estaba en el relajarse, relajado y durante la práctica el calor llegaba por sí solo.

Llevamos tres sesiones a cero grados (o menos) y no he logrado aún sentir mis manos calientes (ahora uso guantes), pero al menos ahora sí tengo una razón concreta, práctica, para obligarme a encontrar la relajación, sentirme un poco a gusto, con calor en mi cuerpo, durante mi práctica en este crudo clima pekinés.


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